El café se originó en la región de Etiopía en el siglo IX. Se dice que un pastor de cabras descubrió los efectos estimulantes de las semillas de café después de observar cómo sus cabras se volvían más activas después de comerlas.
A partir de Etiopía, el café se difundió a través del mundo árabe y luego a Europa y América en el siglo XVII. Durante este tiempo, el café se convirtió en un popular bebida social y se abrieron los primeros cafeterías en Constantinopla y Venecia.
En el siglo XVIII, el café se cultivó en América Central y América del Sur y se convirtió en un importante producto de exportación. Durante este tiempo, también surgió una subcultura de café en Nueva Orleans, donde se crearon algunas de las primeras recetas de café con leche y se desarrollaron nuevas técnicas de preparación.
Desde entonces, el café ha continuado siendo una bebida popular en todo el mundo, con una amplia variedad de estilos de preparación y una subcultura vibrante. En la actualidad, el café es uno de los productos de exportación más importantes de muchos países y se ha convertido en un elemento esencial de la cultura y la sociedad en muchas partes del mundo.